AL TRASLUZ

http://disidentesdelamor.blogspot.com.co/




Procuraduría General de la Nación Bogotá D.C.
PISO 28
Francisco Urrea Pérez

Pega fuerte el viento, aquí arriba.
Tras el cristal, sonrío y  observo la ciudad de mis afectos, de pasos repetidos por sus calles amigas.
Allá abajo me veo, siempre con prisa, con mi portafolio, mi traje  formal y mi corbata, haciéndome a la ciudad entre mis sueños y mis soles, ganándome los años con la alegría de niño viejo.
En realidad no tengo prisa, es mi labor quien tiene sus afanes.
Los cerros orientales puedo tocarlos al extender mis brazos, están ahí, a mi alcance.
Y al occidente, una planicie llena de geometrías  de hormigones,  de vertientes avenidas y del infinito a flor  de  rascacielos.
Se deja oír el viento. Es el ventarrón de todo el día y de todos los días.
He llegado al final. Y desde la calle,  miro para arriba  y no me encuentro.
Mi traje es casual,  el viento acaricia mi rostro y tras el cristal de mis lentes, la calle siendo la misma calle, es otra;  es la calle que tolera mis pasos,  que se traga mis otros pasos y olvida los pasos de mis afectos.






¿QUÉ DIRÁN ESTAS CALLES DEL AMOR?

Francisco Urrea Pérez

¿Y, tú que dirás, mujer de mis abismos? 
El amor es frágil y pasa como las brumas en la alta madrugada
por sobre las calles húmedas y escuetas.








EUFORIA

Francisco Urrea Pérez

Alguna vez tomados de la alegría y con el corazón rugiendo, bajo la pupila de absortos rascacielos,  por estas calles nos vimos pasar.










COINCIDENCIA
Francisco Urrea Pérez

Con tu llamada
interrumpiste
mi improvisado
juego "de ruleta rusa"

En esa playa
del Atlántico
y en ésta mar
citadina
la única gaviota
eres tú.

Precisamente
estaba buscándote
en los acantilados
de un tambor.











PARÉNTESIS
Francisco Urrea Pérez


Y el discurso
desgaja silencios
donde la lujuria
nos ahoga
en el remolino
de lo sublime.









PERDIDO
Francisco Urrea Pérez

En voz baja
hablan de mi locura,
no los escucho,
lo intuyo.
Tan engañados están
como los gorriones
en un eclipse pleno
de sol.







PARTIDA
Francisco Urrea Pérez


Tu cuerpo
se diluye en su propio ocaso
y la vida no cede.
Se obstina
en descorrer andares
ante la entrada sutil
de la dama altiva.
Mientras el dolor te invade
soportas lo que ya no puedes.
Tus hálitos son cometas que remontan
las  infinitudes perdidas.
Quisiera desollar la existencia.
Mis caricias, lastiman.
Solo mi voz abriga tu partida.
Se despeñan mis mares
sobre tu fino lienzo.







LA OFRENDA
Francisco Urrea Pérez


Nadie puede impedirme
llevarte éstas flores amarillas.
Tal vez las begonias
mis preferidas
estén celosas
por no haberlas elegido
como portadoras de mi afecto.
O las orquídeas
se sientan relegadas
por significar ellas que
siendo las más hermosas
necesitan de otro ser
para vivir
al igual que yo de ti.
Cuando partiste
retiré la batería del reloj
para congelar tu tiempo.
Desde entonces
inmisericorde el calendario 
lapida mi existencia
con un nuevo amanecer.
Ahora para congelar
mi tiempo 
y llevarte las rosas
permitiré al fuego
devorar mis orquídeas
y ofrendaré las begonias
al “Astro Rey”









MI DULCE TEMPLARIA
Francisco Urrea Pérez


Cual bucanero
tomaste mi existencia
recorriste mi cuerpo
perforaste mi afecto
y te colaste en mi alma.

¿Acaso no sabías
de mi devoción por ti?

Soy tu eterno peregrino.









PEREGRINO
Francisco Urrea Pérez
Quién sabe cuando
nos volveremos a ver.
¿Acaso es esta
una muerte súbita?
Por tu vida
estoy de paso.
Cifraste mi existencia
sin hacerme tu esclavo
pero me debo a ti.










INCURIA

Francisco Urrea Pérez


Pasas
tan distraída
por mi afecto
como la vida
por el tiempo.








DESVELO
Francisco Urrea Pérez
La noche se cobija
con el fulgor
de nuestra luna
y por sus agujeros
se filtran las estrellas.
Tu recuerdo la atormenta
por eso no puedo
hallarte en mi penumbra.
Entre gélidas nubes
retoza alocada
tu silueta.









TRAS LA NIEBLA
Francisco Urrea Pérez

Mientras
el mármol
me recibe
y nuestro afecto
se mantenga
viviremos
sin tiempo
unidos
en las tinieblas
y ante
los circunstantes
en afelio.








CANDELARIA
Francisco Urrea Pérez


Por empedradas
calles
de candelas
extintas
penetran
mis pasiones
en la vieja morada
de tu corazón
ajeno.
Tienes miedo
de avivar
la flama.
Te aterran
las cenizas
por las que
caminas.








CORCEL
Francisco Urrea Pérez

Salvaje
brioso rebelde
te impuse mi voluntad.
Te creí domado.
Pero un día
regresaste a tu manada
y no fuiste “príncipe”
ni yo tu amo.
Eras libertad.








FUEGO FATUO

Francisco Urrea Pérez







Al hidalgo olvido
escucho sin reproche
como soporto
mi existencia.



















APEGO
Francisco Urrea Pérez


Muy poco
me une a ti.
Esa seguridad
de saberte única.














VACÍO

Francisco Urrea Pérez

He venido
a tu sepulcro
no a visitarte
sino a encontrarme
en tu recuerdo.









DESAFÍO
Francisco Urrea Pérez


Sé que afuera
está la muerte.
¿Acaso es hora
de morir?
No. También
en el patio
flirtea la vida.
¿Qué me impide
vivir?















DEVANEO

Francisco Urrea Pérez


Ese grito
en fuga
sofoca
la sevicia
de un instinto.













COMPINCHE
Francisco Urrea Pérez

Déjame arder
en el túmulo
de tus letargos.






















COCTEL
Francisco Urrea Pérez


Mezclado
con risas y lágrimas
el facineroso olvido
se abraza con el
fantasma del retorno
en ese mágico
instante de partir.














RETORNO
Francisco Urrea Pérez


Gracias a la libertad
que me diste
soy esclavo tuyo
otra vez.

















MUJER

Francisco Urrea Pérez

Soy un necio, ególatra
con mil defectos más.

Sólo con tu ayuda
encontraré
el equilibrio.

Sin ti, no hay vida,
ni futuro, ni nada.

Soy, porque
me encontraste
o te encontré,
qué más da.

Guíame, ayúdame
a ser humilde;
la soberbia me ha
hecho cometer errores.

Te ofendo sin querer,
en mi loco afán
de estar contigo
y retenerte.
¿Cómo no confiar
en tu acertado criterio
y aplomado juicio?

Te adoro. Discúlpame,
porque impenitente 
actúo contra el amor
y contra ti.

Te amo. Mi amor
lo cobija todo,
incluyendo
el arrepentimiento
que nunca conocí.

Te entrego mi vida,
si no la aceptas
de todas maneras
te la otorgo.

No viviré
para nadie más.
sólo para ti,
porque nadie
me ha hecho vivir,
sólo tú y lo sabes.












PROVIDENCIA
Francisco Urrea Pérez

La deshonra
acompaña al condenado
cuando  ignaro
disfruta en desmemoria
el instante atómico
de su holocausto.















ARENAL.
Francisco Urrea Pérez


Y deshojas bajo el tacto
la música febril
de los orgasmos
con el eco
de iracundo manantial.
Aleve
fecundas mi existencia
cuando deshollejas
la esperanza 
en tus cómplices deleites.










ÁCRATA
Francisco Urrea Pérez

Como gaviota
dependiente
del mar
te aventuras
para rescatarme.












BAJO EL PUENTE
Francisco Urrea Pérez

Calla el río.
Se detiene
al contacto
de tus plantas.
Te invade
y se evapora
en tu cuerpo.
bajo el faro
perturbas la mar.










ENCUENTRO
Francisco Urrea Pérez

En la calle desierta
permanece
encendida tu ventana
desnuda te sorprendes
mirándote en mis ojos.


















BUEN VIENTO Y BUENA MAR
Francisco Urrea Pérez

El dolor
enardecido de afecto
se extingue a sí mismo
como el fuego
cuando ya no hay que devorar
no temas
tras el arco iris
vendrán otras pasiones
es mi corazón
paraje de aves solariegas
que migran sin cesar.














DESTINO
Francisco Urrea Pérez

¿Dónde llegarán
mis pasos?
Sombras
silencio
y este
siempre andar.













HADO
Francisco Urrea Pérez

Te quiero
cubierta por el sol
no con los trajes
con que te sirves
del mundo.















INDIFERENCIA

Francisco Urrea Pérez

Sabes
tu distancia
y el silencio
no delata
si me amas
o me olvidas.















EN ESTE INSTANTE

Francisco Urrea Pérez
No quiero
copia de tu rostro
ni tu corazón inhóspito
ni tu silueta en mi sombra
ni tu voz en mi alma
quiero
tu piel ruborizada
en la tea
de nuestro aliento.















VELERO DE NOSTALGIA

Francisco Urrea Pérez

Encuentro en tu mirada
el canto de mi esperanza
cuando sin saberte
dibujaba arenales.
Undívago a tus aguas
vengo a morir.















NO ES TU CULPA
Francisco Urrea Pérez


Señor
¿Acaso pueden
más los dogmas
esgrimidos
en tu nombre
por tus ministros
que el amor?
Estos me excluyeron
de tu cenobio
y ahora me condenan
al infierno
en éste tu paraíso.
Ella
hoy se marcha
huyendo del pecado
para recibirte.
Yo
con el corazón
de arena
regreso a tu jardín.
Señor.

















FRENESÍ
Francisco Urrea Pérez

Inmerso en cavilaciones
divago sin encontrarme.
Mi mente y cuerpo
buscan mi alma en tu cosmos.
Encandilado por tu absoluto
floto entre cometas.













GALEÓN
Francisco Urrea Pérez

Es gendarme
de nuestro tesoro
la mudez de tu sonrisa
donde buceo
hasta ahogarme
en noches de tormenta.












UNIÓN PARA UNA AVENTURA
Francisco Urrea Pérez

Arribamos posesos
a bordo del silencio.
Ajenos
nos invadimos
sin fronteras.
No somos
pecado original.















RASTROS
Francisco Urrea Pérez

Las huellas del camino
en tu rostro
del destino en tu mirar
y como polen
tus pasos
cubrirán las cuencas
donde hoy floreces.










FANTASMA
Francisco Urrea Pérez


No soy
quien se mira
en el espejo
es mi tiempo
quien se refleja
en mi rostro
fustigado
por mi existencia.












SIMETRÍA

Francisco Urrea Pérez

A ritmo de crótalo
el fuego
beberá sinovia
y en su crepitar,
descorrerá
los pasos
de mi existencia.












VÉRTIGO
Francisco Urrea Pérez


Cual sedal
tu mirar sedicioso
me atrapa con vesania
entre tus acantilados
y volcanes.













CAMINANTA

Francisco Urrea Pérez


Vienes
de lejanos pasos
con gentiles pechos
a deshojar tus gracias
sobre mis barbas
y me dejas
con tu pomposo andar.












VIAJERO
Francisco Urrea Pérez

Se agota el camino,
y es probable que este último segmento
apenas si lo alcance a recorrer.
La soledad no fue, ni es asunto de mi incumbencia.
Ahí estás tú. Siempre paseándote sobre mis barbas.
Brindándome el afecto y la alegría de las piedras.
No sé de tu camino. Sé de tus pasos en el mío.
Y ahí vas. Horadando mis huellas.